Lluvia de septiembre
Ideándose... Padeciéndose
05/07/21
Poco vale mi abrazo
Al lomo de mi yegua,
de alazán viva
de crine plateada,
veo que tus manos raspan
el suelo y tu mirada,
ciega en las lágrimas
ciega en los sueños,
anhela una capa
que se cierne a tu lamento
y detenga la lluvia
que ahoga tus gemidos,
para llevarte a una casa
de flores, el Mar de agua tibia
o sus meros brazos.
Leyendo mis diarios y venturas
escucho cómo rompes
la porcelana de tus tiendas,
escucho cómo envuelves,
en seda, tus citrinos: para darlos
a cualquier hombre cualquier doncella
cualquier criada que bese tu
Nombre y no te abandone
cuando llores en la noche.
Burda prostituta eres
aunque’n la colina se erija tu castillo;
por cualquier promesa te desnudas
por cualquier caricia das la vida.
08/09/20
…
Y cuando llegue el día
en que mis palabras viajen con el viento
alcanzando tu silencio lejano.
Viendo la noche
o trazando la grafía
pregunto a Los Antiguos
qué será del tiempo
antes de que llegues.
Vivo entre reflejos y voces de añoranza,
entre poemas que suspiran,
mientras finjo sentir
y artificio que en los cielos hay estrellas,
pues la causa de mis días
no es el Agua, el Triunfo o los Placeres, sino promesa
de cuando llegues
bañada en el crepúsculo.
30/09/20
Dónde dormiste anoche
Dime, mi niña –y no me mientas–
dónde dormiste anoche?
en los bosques, la Ciudadela
donde no alumbra el cielo.
La imagen me desgarra toda la noche.
Niña mía, a dónde irás?
si mi causa habita en todos los gemidos,
en los bosques, la Ciudadela
donde no alumbra el cielo.
Me desgarro imaginando aquella noche.
Y aunque fuera un hombre bueno
se halló en el cruce de lo presente y el pasado
con los dedos amputados y la boca cocida
–aunque fuera amigo mío ese hombre bueno–
Mi niña, no me mientas
dónde dormiste anoche?
en los bosques, la Ciudadela
donde no alumbra el cielo.
No temblaré al llegar la noche.
Niña mía, niña mía, a dónde irás?
¿a los bosques, la Ciudadela?
Yo soy el viento frío –desgarrador–
que no alumbra el cielo.
06/10/20
135
Pedí a Dios, como Hladík,
que antes de morirme
concediera este poema
el de la última cuita
murmurada entre mares y lamentos
del ahogado.
La Bruma,
que oculta el campo y borra el Cielo,
no cabe en las palabras, y decir:
muertos mis ojos que no encuentran salida;
negra la pieza que me burla
no consigue esbozar
el sopor ante el abismo y el beso
al amor desaparecido.
El verbo hoy es finito a la tristeza eterna.
08/10/20
Luna de octubre
De las lunas
la de octubre es más preciosa
porque en ella vivió la ilusión
de una vida que sangró
de la noche en que morí.
Corazón
que has sufrido el vacante
de tu alma –claudicó–
en La noche de octubre
Corazón
que has sabido morir
y has sabido volver
desafiando el dolor.
Hoy que asoma el aliento
al pensar que se lamió el final
el lance de ayer
que me gravó tan cruel
parece que pasó.
Me voy
sonriendo jamás
por aquella ilusión
en La noche de octubre
me voy
con el único fin
de estar lejos de ti.
Viviré
con la eterna pasión
de aquel día en que vi
de aquel día en que acusé
que alumbrabas para mi.
15/03/21
Marinero
Rendido en el suelo de un baño
fría la baldosa es frío mi llanto,
peno por haber regado el vino
en el sucio suelo
y no poder nunca recogerlo
Mi vida
que antaño fue de bandera y valeroso grito
hoy yace en la tierra humillada.
De lo que fui no queda nada
es imposible recoger mis restos.
Tendré que soñar
un puerto quizá –lejos de estas montañas
en que tal vez fui otro hombre
Palabra por Palabra
imagen por imagen
armar la mentira, no
caer dormido.
Brisa me aleje de la verdad rastrera.
Soñaré otra patria
la mía
se ha borrado
yo en el suelo.
11/06/21
El faro
En mis ojos te has dormido
y de soñar parar no puedo
en que tu pelo es
en que mis manos son
Tira, Eclipse
una noche –o dos,
que vuelvan a este viejo los motivos
luna, verso, rima, vos
Quédate en mi cielo
quédate.
Plegaria dice:
Año luego año aguardo tu calor.
02/07/21