Guayacán Amigo
Ahí estabas cuando componía para el viento. Si mis cartas no tienen remitente, entonces acompáñame tú en la dicha y la des-dicha.
14/06/20
Pedro Páramo
«En la colina veíamos el pueblo.
Corríamos por los caminos descalzos, sujetabas mi mano,
hasta la orilla de aquel riachuelo donde bañaba
con mis dedos tu vientre suave. Y tú cantabas:
… Mi novia me dio un pañuelo
con orillas de llorar…
«Pero tu voz nunca cesó, porque el agua aún corría.
A tu oído susurraba:
Tus labios están mojados, Susana, como si los hubiera besado el rocío.
El día que te fuiste sonreías. Entendí que no te volvería a ver»
«Dónde estás, niño de mis labios,
en cuál prado se ha perdido el trote
mi jinete adorado, que anunciaba a la ventana,
en las noches de luna, que tu abrazo ya venía a cubrir mi alma;
y mis senos, al viento desnudos, a compensar tu fatiga.
«Sólo me acuerdo, Florencio, cuando bailamos en los mares.
En la arena quedó mi vestido
y tomándote en mis brazos me arrodillé
para besarte y así/entregarte toda mi vida.
«Aquí estoy, en la postre de la noche
descifrando del silencio si tu causa se ha extinguido,
si el infortunio ha señalado tu yegua;
con el periódico en mis manos,
leyendo al destello de estrellas una palabra
que me consuele en que no ha muerto tu galope»
«Si tan sólo me dijeras, Susana, qué tormento quita tu calma
y si fuera el olor de las saponarias
mandaría a quemar todos sus tallos,
y si fuera lo amargo de mis frutos
no cultivaría nunca más la Media Luna; si, en cambio, confesaras
«que la lluvia irrita tus narices,
amenazaría a gritos los cielos
hasta que de ellos las nubes se marcharan;
y si fuera tu padre, El viejo San Juan, le entregaría mis providencias
y hasta el apellido de mi estirpe: Páramo.
«Pues treinta años han pasado desde aquella tarde,
en que el crepúsculo ensangrentado del cielo,
teñía de rojo tu sonrisa.
«Pero tú, Susana San Juan,
no entiendes sino el lenguaje de los sueños; el camastro es tu mundo.
Cuando no duermes miras en silencio,
no sé yo si la ventana o a través de ella,
y el mismo ejemplar en tus manos sostienes
de un diario ilegible de 1880.
«¿Qué te ha faltado a mi vera,
por qué no duermes a mi lado
y por qué, muchacha de ojos de aguamarina,
confundes mi nombre?»
29/07/20
Madrigal triste
¿Para qué quiero yo que seas fuerte?
¡Sé apasionada y sé triste! Al llanto
tus ojos me recuerdan hay motivos
y las gotas reflejan la belleza
de tu rostro de sirena.
Te amo entre todas
cuando la risa ha escapado de tus labios,
cuando en las tinieblas se ha sumido tu cabeza,
cuando en tus sueños se desdobla
las tormentas del pasado.
Te amo en el instante en que sangras tus temores
y, a pesar de mis consuelos que te mecen,
preguntas a los cielos –blasfema– en que no crees,
si habrá fin alguno a tu tormento.
¡Me inspiro, intensidad aguda!
¡Valiente Grito al Desespero!
con los sollozos de tu pecho,
pues contemplo en tu manía y la noche fría
la verdadera cruzada del espíritu.
No seas para mí la mejor, sino tú;
que ya vales y eres digna.
No me hace falta el tiempo y la promesa,
de que a la primavera brotará tu vieja esencia,
amo ya tu manera y al calor de nuestros cuerpos
podremos superar la vida, juntos
llorando.
23/07/20
Wish you were here
Así, así que puedes distinguir
paraíso de infierno, cielo azulado del dolor
¿Puedes advertir un campo fértil del gélido riel,
sonrisa del velo? ¿Puedes distinguir?
¿Consiguieron cambiar tus héroes por fantasmas,
ceniza ardiente por Natura,
viento cálido por brisa helada
y burda comodidad por progreso?
¿Cambiaste
una marcha valerosa en la batalla
por el triunfo en los cuarteles?
Cómo anhelo, cómo anhelo que estuvieras aquí
Almas perdidas en una pecera somos, nadando tras los años
corriendo en las mismas bases, gastadas
¿qué hemos encontrado? los viejos miedos.
Anhelo que estuvieras aquí
02/07/20
Razones para vivir
Yo que, a penas hoy sé
definir entre las cosas un sentido (verdadero)
– y ya sólo aclamo como mío
perseguirme sincero y la sonrisa (propia)
Tú, en cambio, enjuiciabas
del mundo y las flores su belleza,
diste hace (siete) años los motivos
de dar paso tras paso, día y noche
(Así) Antes de encontrar tus ojos
en la hoja entintada, escribías:
– para mí regalando
Razones de vida
Porque Dios me ama
(para) repartir alegría
porque es muy fácil renunciar
porque soy afortunado
por las experiencias nuevas
por las sonrisas y las carcajadas
(por) la familia
por el mar
por el bosque
(por) las personas que no me creen capaz
para probarles a las personas que creen que no soy capaz lo contrario
porque (la vida) es una sola
porque es muy fácil rendirse y no me gusta lo fácil
por la belleza de las personas
por el sol
porque estoy sano
por las historias
para disfrutar
por el agua, el fuego y el aire
porque hay mucho que aprender
Encuentra muchos más. Busca tu felicidad
02/07/20
Aquella navidad
te di mi corazón, pero al fundirse
el invierno lo mataste; hoy
solsticio de verano, para evitar el llanto
se lo daré a alguien especial
Tímido e incierto buscaba
la sonrisa y tu mirada
me seguía entre cabezas. Dime
¿aún me reconoces?
“Feliz navidad” envolví y escribí
mas una postal en el fondo -decía-:
“Te amo”. Y así era. Sin embargo ahora
sé lo tonto que fui
sin embargo ahora, si me besas
caería, iluso y tonto, millares caería.
Aquella navidad di mi corazón
y este verano lo recojo del escombro
La terraza repleta -de buenos amigos- y tus ojos cansados
me escondo y busco/ tu abrazo de calor.
Confié y creí/ que eras aquella para soñar,
¿Yo? supongo, un mero hombro para llorar
Aquella navidad te di mi corazón
pero el invierno pasó y no pudiste cumplir;
no me queda más sino el recuerdo
de las promesas entre risas y los besos-llorados
No te atreves a mirar mi rostro
de amante encendido,
de futuro engañado. Quizá este año
consiga (re)armar mi corazón
Se lo daré a alguien especial
15/06/20
Te extraño
y a tu abrazo fuerte
con el que aferrabas nuestras almas
para nunca olvidar. Lloro al recordar
tus ojos que lloraban
mientras mis labios suplicantes
endulzaban tus lágrimas
Dónde estás, Vida
¿en cuál flor quedó tu voz?
que coqueta me decía:
eres mío y yo de ti
Te extraño
y a nuestras noches desnudos
del pudor y el miedo, más que de brasier,
cuando acariciaba tu pasado
y besabas mis manías;
acercándonos a confesar/ ser plenos en la siesta
Muéstrame, Hermosa
con qué hechizo te convoco
para ver una vez más tu sonrojo
al pronunciar las palabras en tu oído
Te extraño
y a tu Corte de problemas
que roían los nudillos siendo
pruebas a tu juicio. Te admiraba
pues fuerte resurgías, a mis ojos ya eras
digna y poderosa
Te espero, Saturno mío
en el azul que es nuestro cielo,
si los planetas nos rompieron bésame
que en nuestro amor renaceremos
14/06/20
Antinoo
Oh Rey de Itálica, Regente de hombres-esclavos,
el Éufrates y Alejandría, Iberia y el Nilo
te veneran y es tu nombre, razón de sus caudales;
dime qué lloras en el lecho frío
de ese pálido muchacho que acaricias
¡Oh Adriano, Emperador omnipotente!
¿acaso los dioses te han probado diminuto
y escapó a tu brusca-recia mano
su cálido suspiro?
Que los ojos del coqueto efebo,
quien consagró a tus labios y avivó,
no reposan en los tuyos, en cambio
su mirada vaga en la luz aural,
lejana y sin nombre, como tu pena -incomprensible-
Crees, Oh Rey, que tus súplicas harán
re-nacer su corazón marchito, pero
ni Afrodita sufriendo entre las flores,
o Apolo sollozando en la montaña
podrá que vuelva a tu lorica pétrea
su pelo suave de sirena
El mármol que harás de erguir, Tú, Señor
en la arena milenaria, contra el tiempo
que perdurará tu lamento, no será sino
el efímero batir-viento de una golondrina.
Aún cuando su busto roce las nubes
y su sombra cubra tu glorioso Imperio,
no alcanzará la efigie ni un primer cielo.
El Olimpo silencioso hará llover tus campos
Cuando detengas tu andar, Faraón sagrado
y aquiétense las filas, de las mil carrozas,
escoltas velando el difunto; ante su mausoleo
alzarás tu voz de César y profesarás resucitado
el hermoso joven, ángel. Tú mismo serás primero
en besando-adorar el credo de su amor
¡Oh necio infante! tu infortunio y pena
sólo habrá de acabar cuando tu alma
se abrace con Antinoo, y dancen al ocaso
25/05/20
Piedad
¡Mis manos en la guillotina pondré!
para que enjuicie el filo mi afán
de buscarla y sonreír
al verla sonreír
¡Arránquenme ya ustedes, los cuerdos,
mis ojos que no tienen más sentido!
sino buscar entre las letras,
el color del lienzo y todo lo demás,
su forma de Saturno
¡Fundan mi lengua y el hierro!
para que las palabras pesen más que mi lamento
no permitan que grite, pues el universo
se reduce a su nombre
¡Hostiguen mi nariz con opio
y enciérrenme en el tonel! que no llegue
su aroma que es mi arte
- o su sexo que me explica-
…Apiándese de mí, hombres de suerte
que el cielo a mis espaldas no ilumina,
ni el suelo a mis pies da fruto.
Arrójenme del campanario y luego
una piedra ante las dudas,
reléguenme al vacío y que me olviden:
sin ella no existe dicha.
He perdido
15/05/20
El Talión
El que asecha en la sombra
como un dardo envenado, errante
hierve en las tinieblas
mientras pronuncia el viejo hechizo
La luz y los colores
no llegan a sus tiempos
que se pierden en sus cuencas,
ahora huecas por la condena.
Atrapada queda el alma perversa
Se repite de esta historia
la pérdida equivalente,
como la perfecta fórmula
de lo que actúa y reacciona
Quien acumula y oculta
los frutos en sus arcas
mientras mueren moribundos
sus hermanos y hermanas
sufrirá éste el arrebato
del final de las palabras,
privado de los ritos y festejos
que forman familia en sinagoga
El mismo juicio será fallado
en la condena del ladrón
que se hace a su antojo
de los panes y esmeraldas
que cuelgan de otras palmas
Su verdugo será el filo
que mutilará su chance
de aprehenderse del mundo,
ensamblando las cosas o creando a su gusto
El último mal-dicho
de esta piedra mística,
que ha regido en los milenios
con la retribución de su justicia
Es el manco y tullido
por haber pasado descuidado
los prados prohibidos,
la arrogancia tendrá el precio
de su libre fluir por este mundo
01/10/19